Rubros de Comerciantes e Industriales trabajan agrupados de cara al segundo semestre de un 2020 que se presenta al menos desafiante.
Los recursos económicos y el consumo sanducero deben hoy más que nunca estar dirigidos al comercio local.
El análisis parte del aporte directo de cada sector que pone al servicio del CCIP información y tiempo para trabajar en la búsqueda de soluciones. Encuestas de público conocimiento vienen mostrándonos las diversas situaciones que vive cada área de actividad
Hotelería y gastronomía
Es una de las actividades más afectadas por la crisis, a partir de la cancelación de la semana de mayor atracción turística todo ha sido para peor en el sector que enfrentaba ya dificultades. A los hoteles se les fueron cayendo las reservas, a medida de que el turismo corporativo suspendió los compromisos en su agenda. Es un sector que vive principalmente de las actividades comerciales e industriales que convocan ejecutivos al departamento.
“Los hoteles evidenciaron hasta un 100% de cancelación en reservas y la ocupación casi no mejora. A su vez, la gastronomía redujo su trabajo en más de 80% en algunos lugares y en otros directamente está cerrada. La situación del sector es alarmante” Se comenta desde la comisión que analiza alternativas para estos rubros.
La preocupación está en que “en la medida en que este escenario se mantenga, se va a ir complicando más y será difícil pagar salarios y cumplir con las obligaciones tributarias”. La entidad ya le llevó sus reclamos al Gobierno Departamental que ha dado respuesta mediante la elaboración de un sistema de exoneraciones (como la de la contribución inmobiliaria). Medidas que fueron aprobadas por la Junta Departamental y comentadas en reunión del 19 de mayo entre el Intendente y los Hoteleros. Medidas más que bienvenidas pero que no son ni por asomo suficientes.
Comercio
El sector comercio en general es uno de los más perjudicados. Si bien los hoteles y restaurantes reciben en forma directa el impacto de la parálisis del turismo y el funcionamiento de la ciudad, en general todos los comercios, excepto los que comercializan artículos de la canasta básica y las farmacias han transcurrido estos últimos dos meses prácticamente vacíos si no cerrados.
“El panorama hoy es más que preocupante”. Funcionar supone perder aún más dinero para algunos casos. Otros no encuentran soluciones para recomponer el daño en los tiempos que vienen. Es el día a día. A fin de mes también hay que pagar los impuestos. Si bien el Gobierno ha anunciado medidas interesantes, el desafío es enorme. Además, ¿cómo hacen las empresas que tienen créditos para pagarlos si tienen las puertas cerradas o se encuentran limitados en sus capacidades?”, se preguntan en la mesa de trabajo.
Distribuidores del departamento se reunieron en el Centro Comercial a comienzos de mayo y comenzaron a aportar su visión sobre la situación actual a fin de encontrar medidas que propicien un ambiente de confianza sobre el cual sostener la actividad y comenzar la recuperación económica que el departamento necesita.
Con fecha jueves 28 de mayo se fijó reunión en el CCIP a fin de definir los puntos más importantes sobre los cuales trabajar. De la entrevista con el Intendente el día lunes 25 de mayo, y con la presencia de buena parte del sector, se pudo visualizar fácilmente el tema que más preocupa: el consumo local.
Se ha evidenciado en tiempos de COVID-19 como el comercio local responde a las necesidades de su departamento.
La concientización del consumidor respecto de dónde comprar es vital. Las fuentes de trabajo que en la dinámica departamental se generan cuando el consumidor se dirige a consumir en su barrio o localidad repercuten inmediatamente en la situación económica de todos. Los recursos económicos y el consumo sanducero deben hoy más que nunca estar dirigidos al comercio local.