El Centro Comercial e Industrial de Paysandú alerta por una situación «inédita» que supera la crisis que se dio hace 40 años; más del 70% de las empresas de la región dice facturar menos y tiene dificultades para asumir sus compromisos.
El comercio del litoral está atravesando una etapa compleja dada la gran brecha cambiaria que existe con Argentina. Para los comerciantes, las medidas que ha tomado el gobierno para atender esa situación no alcanzan y se requiere una política de Estado para atender la situación de todos los departamentos fronterizos.
«El clima hoy es de preocupación y en algunos rubros de desesperación», alertó este viernes Juan Martín Della Corte, directivo del Centro Comercial e Industrial de Paysandú en declaraciones a Informativo Carve.
El comerciante indicó que desde que se reabrieron las fronteras el comercio del litoral y también la industria uruguaya «está sufriendo» las consecuencias que en su momento se habían advertido al Poder Ejecutivo.
«Esto es algo inédito que hace 40 años no sucedía. Quizás hoy estamos por encima de los niveles de 1982, donde más del 70% de las empresas de la región dicen estar sufriendo pérdidas en sus facturaciones y dificultades para asumir sus compromisos», denunció Della Corte.
El directivo del centro comercial sanducero informó que ya hubo despidos, envíos al seguro de paro y cierres de empresas, una situación que se puede «agravar» en los próximos meses.
Actualmente, está vigente un sistema de franquicias en la frontera del litoral donde las personas mayores de edad pueden cruzar la frontera y adquirir hasta 5 kg de mercaderías cada 15 días. «Eso fue considerado una buena medida por los centros comerciales pero entendemos tiene una pésima aplicación», afirmó Della Corte. Añadió que ello se debe a que la fiscalización depende de una persona que «es la misma de siempre y no controla».
«Si están pasando 70 mil vehículos por el puente Pasyandú-Colón, por ejemplo, en mayo y las ventas están cayendo 30%, eso no es 5 kg por persona cada 15 días», afirmó. El sector estima que, en junio, la situación puede agravarse y las ventas pueden caer 40%.
La cercanía entre Paysandú y Colón es tal que muchos uruguayos lo toman «culturalmente» como un paseo porque incluso se va caminando, a diferencia de Fray Bentos y Salto. Precisamente, Della Corte indicó que en la ciudad salteña hoy funciona un «bagashopping legal donde se trae directamente la mercadería (desde Argentina)» para venderla en suelo uruguayo sin necesidad de cruzar la frontera.
«Los centros comerciales sabemos, por la historia que hay detrás de esta lucha, que apuntar al control termina desgastando a todas las aristas y los interlocutores porque lo sobrepasa la situación. «Es difícil pedirle a la persona que está en la cabecera de un puente que controle 5 km de filas de autos cruzando, que son sus vecinos, además. Es difícil pedirle al gobierno que los prepare y que exista una dotación suficiente de personal y es difícil pedirle a las personas que no crucen a comprar a mitad de precio», admitió.
El comerciante indicó que toda esta situación genera un «desempleo enorme» en las ciudades fronterizas y también un «empobrecimiento de la población» de la zona. «Acá no se trata de la facturación o no de un grupo de comerciantes. Se trata de las estadísticas y los números históricos que nos están mostrando que las ciudades y los departamentos están cada vez peor en los últimos 50 años. Cada vez hay más informalidad, cada vez gana menos una persona que vive en la frontera con Brasil o Argentina, cada vez somos menos interesantes para recibir inversión y empresas que apunten al futuro porque cada vez quedamos más postergados», afirmó Della Corte.
El empresario consideró que se debería encarar una política de Estado integral para atender a los ocho departamentos fronterizos y no solo a los tres que hoy están más golpeados por la situación con Argentina (Río Negro, Paysandú y Salto).
Fuente: El Observador