Aumento del tipo de cambio repercute en la inflación y amenaza con llevarla a dos dígitos
La fuerte apreciación que registró el dólar en julio (5,4%) no hizo más que confirmar que el proceso de fortalecimiento del billete verde se sigue consolidando. Esto se ve reforzado por distintos acontecimientos en el mundo que conducen todos en esa dirección. En ese contexto, el gobierno enfrenta el desafío de, por un lado, acompañar la suba del tipo de cambio como forma de recuperar competitividad con el exterior, y por otro, de no descuidar sus efectos sobre la inflación, que sigue sin mostrar señales de moderación hasta el momento.
Eso quedó reflejado con claridad en algunas de las últimas decisiones tomadas tanto por el Banco Central (BCU) como por el Ministerio de Economía (MEF) en los últimos días. El primero que jugó fuerte fue el BCU, que volvió a intervenir en el mercado cambiario y salió a vender dólares para amortiguar una suba mayor del billete verde.
Así, la autoridad monetariavendió unos US$ 19 millones en una semana. El BCU no participaba en el mercado cambiario contado –comprando o vendiendo dólares– desde hacía dos años. En junio de 2013 había sido la última vez que el organismo estatal participó directamente y fue comprando dólares, con la intención contraria, de amortiguar la baja cuando el billete verde cotizó en el promedio de ese mes a $ 20,7.
«Ahora está pasando algo previsible y los criterios para intervenir en el mercado cambiario son los de tratar de que no haya una excesiva volatilidad. Creemos que está dando sus frutos», sostuvo el presidente del BCU, Mario Bergara. También el MEF volvió a aparecer en escena y al igual que lo había hecho a comienzos del año pasado, cuando la inflación se había acercado a la barrera psicológica de los dos dígitos, logró acordar con distintas gremiales del comercio el congelamiento de 300 productos de la canasta básica por espacio de 60 días. La medida busca contener el empuje de la inflación, que en los 12 meses a junio se ubicó en 8,53%. «En ediciones pasadas, un acuerdo de este tipo contribuyó a desacelerar no los precios sino las expectativas que son fundamentales, porque muchas veces con anticipo de acciones, los propios actores van alimentando un proceso que se desea combatir. Con un acuerdo como este pensamos combatir las expectativas inflacionarias», afirmó el ministro de Economía Danilo Astori entrevistado el viernes por radio Sarandí.
La crisis financiera griega, el desplome en el mercado de acciones de China, las previsiones de suba de tasa de Estados Unidos para este año, la inestabilidad económica, junto con los problemas de confianza y corrupción de Brasil, y la cercanía de las elecciones nacionales argentinas son fenómenos externos que están generando una fuerte presión alcista del dólar en la economía local.
«No esperamos ninguna explosión en materia del tipo de cambio en los tiempos que vendrán» – Danilo Astori, ministro de Economía
El mes pasado, el tipo de cambio interbancario aumentó más de un peso, pasando de $ 27,021 a $ 28,478 y fue la mayor suba mensual registrada desde junio de 2013 cuando el dólar se incrementó 7,4%. Así, mientras que en el acumulado del año a julio el peso uruguayo se depreció 17,03%, en el mismo período de 2014 el incremento del dólar era de 9%.
El ministro Astori afirmó que «no espera ninguna explosión del tipo de cambio en los tiempos que vendrán. (…) Lo que está ocurriendo es absolutamente previsible. No esperamos que ocurran desvíos porque no hay nada extraordinario. No obvio lo que ocurre en Brasil, pero miro la historia de Uruguay en el largo plazo y veo que todas y cada una de las etapas han sido previsibles: el tipo de cambio deprimido y el más acelerado hoy», agregó.
Por otro lado, los analistas locales incrementaron sus proyecciones sobre la cotización del dólar para fin de este año. A modo de ejemplo, el economista de CPA Ferrere, Alfonso Capurro, calcula que el billete verde terminará 2015 a $ 29, lo que empujaría la inflación en diciembre a 9,5%. No obstante, considera que hoy «la probabilidad» de un dólar a $ 30 para finales de este año «es mayor» que hace un tiempo atrás.
También el economista de Cinve, Francisco Pareschi, dijo que la fuerte suba del tipo de cambio de julio «sorprendió», pero llegó para quedarse. Ese centro de investigación proyectaba un tipo de cambio a $ 28 al cierre de diciembre, pero ahora acaba de elevarlo a $ 29. «Con ese tipo de cambio y la estructura tarifaria que estamos previendo –ya teníamos incorporada la suba de combustibles–, la inflación para fin de año estaría en torno a 9,5%. A su juicio, un tipo de cambio a $ 30 podría dejar cada vez más cerca la inflación de los dos dígitos. Esta es una barrera que el gobierno ha buscado evitar en las últimas dos administraciones.
El dólar subió con más fuerza en los socios
Si bien el dólar subió 5,4% en julio en el mercado local, el peso uruguayo mantuvo un rezago respecto a las principales monedas de referencia, que se depreciaron de manera más pronunciada respecto al billete verde. El Índice del Peso Uruguayo de El Observador (IPU-EO) subió 1,29% en julio, lo que implica que la moneda local ganó terreno frente a una canasta de divisas integrada por las monedas de los principales socios comerciales del país. Este indicador permite apreciar cómo la evolución de las monedas contribuye o perjudica al país en materia de competitividad. No obstante, en lo que va del año el peso uruguayo mostró una caída de 4,5%, lo que indica que la evolución del tipo de cambio permitió al país recuperar parte de la competitividad pérdida respecto a mercados relevantes.
Fuente: El Observador