Luego de concluir una nueva semana de turismo, en la cual nuestra ciudad es visitada por turistas de la región, tanto a nivel nacional como extranjera, hemos realizado un relevamiento entre socios de nuestra institución, con el fin de sacar conclusiones firmes del movimiento real que dejó dicha semana a la ciudad y el impacto económico que eso genera.
En lo referido a servicios, hemos podido recabar una dispar situación, con ventas parejas respecto al año anterior en estaciones de servicio y gastronomía, el sector hotelero percibió un movimiento igual o superior al año pasado comenzando ya en los primeros días de la semana a colmar capacidades en algunos casos. El servicio de motelería percibió una baja en sus ventas hasta de un 40% respecto al año anterior en algunos casos.
Los centros termales tuvieron un movimiento muy bueno con capacidades colmadas durante toda la semana.
En lo que hace referencia a comercio, se vió un movimiento similiar al año anterior en minimercados y almacenes en venta de bienes comestibles. Las ventas fueron muy dispares en locales de ventas de electrodomésticos, farmacias, vestimenta, camping y pesca y otros rubros, debido a que muchos locales cerraron sus puertas durante la semana, logrando aquellos locales que mantuvieron sus puertas abiertas durante toda la semana salvo el feriado del viernes santo, ventas similares a la misma semana en 2014.
En conclusión, Paysandú vivió una semana con un contingente de turistas importante, volcados en mayor número a los centros termales, a participación en actividades desarrolladas durante la semana en particular, como ser el predio ferial, actividades deportivas, criollas, etc. El consumo por lo tanto fue menor en varios rubros o similar en otros, lo cual redunda en menos rentabilidad debido al aumento de gastos fijos que viene sosteniendo la actividad comercial y de servicios en nuestro país y que refleja un enlentencimiento en la actividad desde hace ya varios meses, y dicha semana no fue la excepción.